Pregunta: Un hombre pide consulta acerca del método que sigue la secta
Ahmadí
para evitar las desgracias a través de la recitación de la sura de Ya-Sin 41 veces. La traducción del contenido de su carta es como sigue:Un grupo de personas sigue el método llamado
Ahmadí Idrisí,
perteneciente a
Ahmad ibn Idris.
El remitente envió esta carta por las falsedades que los enemigos del Islam provocan, haciendo hincapié en la forma que utilizan dichas personas para vencer a estas falsas campañas mediante la recitación de la sura de Ya Sin 41 veces. El remitente apoya su carta con dos incidentes. El primero, ocurrió durante el reinado del presidente
Sukarno,
el líder comunista llamado
Adit, que fue detenido
y demandado porque -según el remitente- los miembros de este método recitaban la surah de Ya-Sin 41 veces consecutivamente todos los jueves durante un mes. (
Número del tomo 2;
Página 175) Segundo, el presidente de un país musulmán se comprometió a conseguir que los ulemas de su propio país fueran como los de
Turquía.
Por consiguiente, este presidente fue derrocado porque dichas personas recitaron la sura de Ya Sin 41 veces por la noche, tres jueves consecutivos. El remitente les solicita que realicen dos rak`as pidiendo a Allah inspiración antes de responder a su pregunta, y que tomen en serio su carta para comprender plenamente su contenido y permitir que las organizaciones y asociaciones islámicas protejan a los musulmanes. Además, el autor de esta consulta está listo para enviarles la forma exacta que dicha gente sigue al recitar la sura Ya Sin 41 veces, si es necesario.
Respuesta: La recitación de la sura Ya Sin 41 veces es una bid`ah que no tiene ninguna base en la shari'ah (Ley Islámica). Fue comprobado que el Profeta -la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo:
Quien innove algo en nuestra religión que no sea de ella, será rechazado.
La lucha contra los enemigos del Islam para frustrar sus malvados planes, debe ser realizado mediante las evidencias de la shari `ah que revelan su falsedad y anulan sus conspiraciones. Los musulmanes deben luchar contra dichos enemigos, si son incrédulos y no se arrepienten de sus actos. Si son musulmanes desobedientes, el gobernante musulmán debe castigarlos para que detengan su maldad y dejen de dañar a los musulmanes y, si sus actos implican la realización de un castigo corporal prescrito para el crimen, entonces hay que aplicárselo.¡Que Allah nos conceda el éxito!¡Que Allah bendiga a nuestro profeta Muhammad, su Familia y sus Compañeros!